Jornadas de Innovación Docente

EJES SOBRE LOS QUE VERSARÁN LAS SESIONES

EJE EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES

La evaluación de los aprendizajes en la educación superior ha evolucionado hacia un escenario cada vez más complejo, debido a una serie de factores que demandan un replanteamiento de las modalidades tradicionales de evaluación.

A pesar de que se han implementado modelos de enseñanza y aprendizaje más competenciales en las últimas dos décadas, todavía prevalecen modelos muy tradicionales en la mayoría de las instituciones educativas. Por lo tanto, es necesario continuar trabajando con modelos más evolucionados e innovadores que tengan más en cuenta la evaluación del proceso y no solo del producto final.

Además, la aparición de la inteligencia artificial ha acelerado la necesidad de repensar el diseño de la evaluación en la educación superior. Las pruebas de evaluación que se basan meramente en la reproducción, memorización o resolución de problemas simples no tendrán sentido como estrategias únicas de evaluación. Ahora más que nunca es cuando emerge la necesidad de plantear una evaluación formativa y significativa, donde la experiencia de aprendizaje del estudiantado sea rica y plena, o de lo contrario, la universidad perderá ese valor como fuente y generadora de conocimiento.

La evaluación puede ser además un área de tensión entre los estudiantes y los docentes, ya que si estos sienten que la evaluación no es justa o no está relacionada con sus necesidades educativas, pueden frustrarse y desmotivarse. Por lo tanto, es importante que el profesorado comprenda cómo diseñar evaluaciones que sean justas y relevantes para el estudiantado, y al mismo tiempo explorar cómo pueden involucrarse en el proceso de evaluación, fomentando la autorregulación a través de una reflexión consciente del aprendizaje y orientándose a la mejora permanente.

Y ello requiere de estrategias de seguimiento y de un mayor uso del potencial de las tecnologías para dar apoyo, tanto al profesorado como al estudiantado. De ahí es importante explorar innovaciones en relación con el potencial de las analíticas de aprendizaje que dan información continua sobre el proceso de aprendizaje, sobre cómo se trabaja y se resuelven situaciones, o también en relación al uso de ePortfolios como sistema de documentación que recoge evidencias de ese proceso, progreso, microcredencialización y acreditación de esas competencias, y que más tarde se podrán utilizar como cartas de presentación de los graduados y graduadas para mejorar su empleabilidad.

EJE APRENDIZAJE ACTIVO

El objetivo de este eje es identificar normativamente y testimoniar a través de experiencias prácticas los elementos clave de las estrategias de aprendizaje activo. La redefinición del modelo de aprendizaje está asumiendo una centralidad creciente en el actual contexto de reforma de la Educación Superior en España. Así, las autoridades están estableciendo nuevos marcos de acción docente para las Universidades. En concreto, la Ley Orgánica del Sistema Universitario y el Decreto de ordenación de enseñanzas apuestan por la incorporación de metodologías activas en el proceso de aprendizaje. Por su parte, en el desarrollo del programa Docentia de la ANECA se subraya el carácter “excelente” de metodologías activas que respondan a las necesidades del estudiantado, asentadas en la motivación y la auto-dirección de su progreso. Ello está alineado con una literatura que muestra que el cambio de perspectiva apoyado en metodologías activas y cooperativas, además de posibilitar la auto-regulación, la auto-dirección y el auto-aprendizaje, permite sentar las bases para superar acercamientos superficiales y orientarlos hacia modelos estratégicos y profundos de adquisición de competencias a partir del interés y motivación del alumnado.

Más allá de la mera transmisión vertical del conocimiento, las metodologías innovadoras, y más concretamente las cooperativas, se asientan sobre el compromiso activo del alumnado. Estas propuestas se caracterizan por varios aspectos. En primer lugar, la centralidad deja de estar en la docencia para situarse en el aprendizaje, siendo clave la adquisición de competencias curriculares y procedimentales. En segundo lugar, esta adquisición de competencias (y no solo contenidos) se vale de la capacidad de estas metodologías para transitar de la pasividad a la actividad; de la clase magistral a la aplicación; de la memorización a la experimentación; y de la deducción a la inducción. En tercer lugar, estas metodologías buscan superar una adquisición individual de competencias apostando por el trabajo grupal, que en su orientación cooperativa aspira a alcanzar una interdependencia recíproca entre el alumnado que haga del aprendizaje un proceso colectivo.

EJE APRENDIZAJE-SERVICIO

Desde hace ya bastantes años el aprendizaje-servicio se ha ido extendiendo en las universidades españolas. En 2008 se publicó el primer libro sobre este enfoque en el sector universitario y desde entonces no han cesado de publicarse investigaciones y experiencias que confirman esta expansión, en consonancia, por otro lado, con el desarrollo de iniciativas internacionales como Campus Compact o la Red Talloires.

Con la finalidad de impulsar el aprendizaje-servicio, se crearon la Red Universitaria de Aprendizaje-Servicio (2010) y la Asociación de Aprendizaje-Servicio Universitario (2017), que han convocado periódicamente congresos estatales e internacionales con gran éxito de participación. Más de 50 universidades españolas están representadas en la Asociación. En el Congreso realizado a cabo en el 2021 se elaboró la Declaración de Canarias sobre el aprendizaje-servicio en la educación superior, que contiene el argumentario básico para justificar la relevancia de esta metodología en el momento actual. Entre otros aspectos, esta declaración consensuada expone:

a) El aprendizaje-servicio es una filosofía de la educación superior que refuerza el enfoque humanista de la universidad en el siglo XXI reconociendo su responsabilidad social y ofreciendo una lectura relacional de los pilares clásicos de docencia, investigación y transferencia de conocimiento en beneficio de toda la comunidad universitaria y del bien común de la universidad.

b) El aprendizaje-servicio es un enfoque de la educación superior que busca formar profesionales excelentes y ciudadanos comprometidos con el bien común mediante propuestas que integran el servicio a la comunidad y el aprendizaje académico en un proyecto coherente que permite al estudiante formarse trabajando sobre la base de necesidades y problemáticas reales del entorno con el objetivo de mejorarlo y, al docente, realizar una innovación, investigación y transferencia de conocimiento responsable y con impacto social.

c) Es preciso continuar descubriendo y desarrollando vías novedosas de encuentro y entendimiento entre las universidades, la sociedad civil y las administraciones públicas para afrontar juntos los retos de la sociedad española, con especial atención a los contextos más necesitados y colectivos más vulnerables.